viernes, 5 de julio de 2013

Ensayo: La Iglesia en la Colonia



  • No puedo hablarte del caso exclusivo de Chile, pero en general durante la colonia la iglesia colaboró activamente con los conquistadores para avasallar a los indígenas, de hecho muchos particparon del reparto de encomiendas ("esclavos") y se enriquecieron a expensas de la explotación.
    La iglesia difundió la religión católica, acción que justificó todas las actuacciones de los religiosos.
    Fue un medio de dominación en la América colonial.
    A América llegaron jesuitas, franciscanos, dominicos, benedictinos...
    Los misioneros se dedicaron a la enseñanza de lecciones de moral o de buen comportamiento( )
    La iglesia no se opuso a la conquista pero se abogó por un sometimiento menos violento.
    *El papel ideológico de la iglesia se concretó a difundir una forma de pensar, de actuar, de valores...y esto se logró a tráves de las misiones.
    Las misiones abarcaron extensos territorios llamados reducciones.
    También la iglesia trajo a América la inquisición para mantener la pureza de la religión ( y por supuesto en América había mucho que limpiar) Algunos de los métodos que trajeron fueron el tormento, las denuncias anónimas y el proceso secreto.
    ---También jugaron un papel político ya que muchos obispos y arzobispos estaban comprometidos con la corona española por lo que se preocuparon porque el poder político de España en América, creciera cada vez más.
    Los religiosos junto a los gobernantes buscaban un mismo fin: mantener dominadas y/o sometidas a las colonias españolas para beneficio propio y enriquecimiento de la corona.
    La iglesia ocupó posiciones de privilegio y amasó inmensas fortunas.
    Fueron abundantes las propiedades, haciendas, etc que tuvieron (y tienen) para el trabajo de las cuales explotaron a los indígenas.
    ---En el campo de la cultura: cambiar los valores y creencias, enseñar el idioma español, etc, esto generalmente se hizo por la imposición.
    ***La educación durante la época colonial estuvo a cargo de la iglesia...
    • hace 1 año
En ese período los papas lograron varios cambios destacados, entre los que se cuentan la independencia de la Iglesia de la monarquía, y el intento de los papas de transformarse en autoridades políticas universales, para gobernar igual que los reyes y emperadores.

En la sociedad el clero desempeñó un papel primordial frente a la anarquía social existente, imponiendo el principio del orden, prestando ayuda a los débiles y conservando los restos de civilización.

En la Edad Media los países cristianos se encontraban divididos en diócesis, cada una de ellas dirigida por un obispo.

Los obispos, sacerdotes y párrocos vivían entre los fieles, y se les denominaba seculares o seglares porque pertenecían a la sociedad. Junto a este clero secular existía otro, cuyos miembros se sometían a un estilo de vida con estrictas reglas que limitaban toda su existencia. Eran los llamados regulares o monjes, quienes habitaban los monasterios o abadías, y cuya agrupación se conocía como orden. La de los benedictinos era la más antigua, y la regla de su fundador —San Benito— sirvió de modelo a los demás fundadores de órdenes.

Los benedictinos debían cumplir compromisos esenciales (votos), como la obediencia, la pobreza y el trabajo. Su labor intelectual fue bastante destacada, por cuanto diariamente consagraban dos horas a leer y escribir, siendo la base del saber medieval. Los franciscanos predicaron el ideal de pobreza y humildad, mientras que los dominicos se ocuparon principalmente de la enseñanza y el estudio teológico en las universidades.

Todos los libros y textos que se conservan de la literatura latina proceden de los manuscritos copiados por los regulares, así como también las crónicas que nos cuentan sobre cómo era la vida en la Edad Media.

Pero el aporte de los regulares no se limitó solo al saber intelectual. Su influencia además repercutió en el desarrollo de poblaciones y en la asistencia social, ya que era la Iglesia quien se preocupaba de los pobres, enfermos, viudas e indigentes. En el siglo XII y XIII se fundaron numerosos hospitales o casas de Dios, incluso en los pueblos más pequeños.
Espero ke t sirva!!!!!


El gran inquisidor y su tribunal tenían jurisdicción sobre los tribunales locales de virreinatos como México y Perú, donde estuvieron más ocupados con la hechicería que con la herejía. El emperador Carlos V introdujo la Inquisición en los Países Bajos en 1522, pero no consiguió acabar con el protestantismo. Se estableció en Sicilia en 1517, aunque no lo pudo hacer en Nápoles y Milán. Los historiadores han señalado que muchos territorios protestantes tenían instituciones tan represivas como la Inquisición española, por ejemplo el consistorio de Ginebra en tiempos del reformador francés Juan Calvino. La Inquisición quedó al fin suprimida en España en 1843, tras un primer intento, fallido, de los liberales en las Cortes de Cádiz, en 1812


• La garrucha: El reo era amarrado por los brazos, que estaban atados a su espalda, y elevado lentamente hacia el techo con una soga. Una vez arriba, sus torturadores lo soltaban de forma brusca, provocando un terrible dolor en sus articulaciones. Si el prisionero no confesaba era soltado varias veces, y se incrementaba la intensidad del dolor situando sobrepesos en sus pies.
• Tortura de los azotes: Un cepo inmovilizaba las manos y el cuello del reo y dejaba al descubierto su espalda, que sufría la cantidad de azotes que dictara el tribunal que llevaba el caso. Su número variaba generalmente entre los 50 y los 200, dependiendo de la gravedad de las acusaciones y de la constitución del acusado. Sin embargo, en algunas ocasiones el verdugo, para dar rienda suelta a su propio sadismo, infligía muchos más de los dictaminados, lo que provocaba que al desdichado se le cayera literalmente «la piel
La «cura» o tormento del agua: El reo era inmovilizado sobre una mesa. Después, se introducía en su garganta un trapo sobre el que se vertía agua lentamente, provocándole la sensación de ahogamiento. En ocasiones, se arrancaba el trapo de la garganta de un tirón, provocándole graves heridas en la garganta. Una tortura aún más brutal consistía en alimentar al sospechoso únicamente con salados, según los inquisidores para «limpiar» su alma. Clarke, en 1651, describió con precisión la brutalidad del retorcido tormento: «Les metían un paño con nudos por la garganta y tiraban bruscamente, desgarrándoles las entrañas».el a tiras».
Conclusión
La Iglesia aún antes del siglo XVI tuvo un marcado carácter político y económico que le ayudo a obtener prestigio y fomentar su carácter social y cultural. Asimismo, la Corona española estaba interesada en obtener mayor poder político y económico sobre Europa por lo que necesitaba un fuerte aliado, la Iglesia.
Por consiguiente, el apoyo al descubrimiento, conquista y colonización del Nuevo Mundo tuvo tres objetivos: generar rentas a través del dominio militar; imponer la religión Católica y legitimar el poder y soberanía de españoles y portugueses; y, saquear la riqueza de la población indígena como parte de la empresa conquistadora (Colegio Interamericano de Defensa 2006: 8). Estos objetivos fueron conseguidos a través del proceso de evangelización, la amplia acumulación de tierras y el constante saqueo de las riquezas (metales y piedras preciosas, especies, productos agrícolas, esclavos, tierras, etc.) con ayuda del trabajo forzado de los indígenas de América.
La colaboración mutua entre la Santa Sede y la Corona de España dio frutos a ambas partes. Ambas partes incrementan su poder por medio de la evangelización del Nuevo Mundo y obtienen la fortaleza necesaria para dispersarse dentro de Europa. A esto hay que agregar que económicamente hubo grandes ganancias, tanto para la Iglesia como para la Corona. La recompensa económica, política y territorial fue extensa, particularmente para la Iglesia que aún ejerce una fuerte influencia sobre las poblaciones Americanas.
Las misiones Jesuitas en América del Sur son un ejemplo de la fuerte relación que hubo entre el proceso de evangelización y el gobierno de las colonias. A través de la cristianización y de la educación las misiones Jesuitas lograron pacificar y gobernar a las poblaciones indígenas de Argentina, Chile y Perú. A la vez, estas misiones obtuvieron beneficios económicos al hacer producir las haciendas. La economía de estas haciendas se basó en la producción minera y agropecuaria, así como en la comercialización de los productos generados. Esto hizo de las haciendas de las misiones Jesuitas áreas altamente codiciadas por colonizadores españoles. Por consiguiente, con la expulsión de los religiosos las haciendas llegaron a manos de españoles que continuaron su explotación aunque en la mayor parte de los casos sin mucho éxito.
Otro ejemplo fue la conquista pacífica de la provincia de la Verapaz. Aquí los españoles tuvieron menor ingerencia, aunque igual participación, que la Iglesia en la administración de recursos. Ambas instituciones fueron ampliamente favorecidas por el trabajo forzado de los indígenas, el pago de tributos y contribuciones y la obtención de tierra para la explotación agrícola y minera. Sin embargo, hay que considerar que la mayor riqueza fue encontrada en la obtención de grandes extensiones de tierra y su explotación agrícola. La minería en Guatemala, y particularmente en la Provincia de la Verapaz, no fue una empresa exitosa ya que ni los misioneros ni los españoles encontraron grandes yacimientos de metales preciosos.
Actualmente, la Iglesia no tiene el control de la tierra, no cobra tributos, ni debe evangelizar a grandes poblaciones indígenas, pero sí ejerce control sobre las poblaciones indígenas y ladinas de América. La idea de realizar el bien común fue y será el impulso de la Iglesia para trabajar en las áreas menos favorecidas. Si bien, anteriormente la idea era incrementar su poder político y económico; actualmente, puede considerarse que el objetivo es fortalecer su influencia y prestigio dentro de las poblaciones y propagar el concepto promulgado en la Doctrina Social de la Iglesia. Lo que es cierto es que el cambio de actitud ha sido drástico y se ve el contraste, entre una actitud que favorece al poder político y económico durante la época colonial y una actitud que favorece el servicio y a las clases necesitadas.
Finalmente, se debe recalcar que la postura de la Iglesia por la defensa de la vida y de la forma de sustento de los humanos no parece que vaya a cambiar. Es más, con el correr del tiempo esta postura se ha ido fortaleciendo. Parte importante de esta lucha son las comunidades pobres y las poblaciones indígenas cuya cosmovisión está estrechamente ligada con el ambiente y el uso de la tierra para su sustento. En este sentido, la Iglesia Católica, apoyará las causas que velen por el bienestar de las poblaciones menos favorecidas.


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